En la reunión anual de los Jets de Nueva York con los tenedores de abonos, su nuevo gerente general -John Idzik- y su head coach -Rex Ryan- fueron cuestionados por el manejo que están haciendo con jugadores de la talla del esquinero Darrelle Revis y del quarterback Tim Tebow.
Aunque lo negaron, es un secreto a voces que están negociando la salida de ambos jugadores. No están dispuestos a pagarle a Revis lo que vale en el mercado ni pretenden dejar jugar a Tebow. Los dos van para afuera. Pero, por alguna extraña razón, los Jets se empeñan en negarlo.
Los abonados están inconformes con que los Jets sean el equipo hazmerreír de la NFL. Y no es para menos, el show que montaron sus directivos con los quarterbacks la temporada pasada pone en entredicho la seriedad del equipo. Y, no contentos con eso, ahora están montando un nuevo show, el de los que se van y los que se quedan.
Es positivo que los abonados exijan más respeto. Los Jets son un equipo que tiene un prestigio que no puede ser echado por la borda por directivos imprudentes.