Mis amigos, ayer domingo por la noche regresó el football americano a nuestros hogares, con la victoria de los Vaqueros de Dallas a los Delfines de Miami en el juego del Salón de la Fama.
El juego empezó muy mal para los dos equipos, pues Dallas no puede avanzar mucho en su primera posesión y tiene que despejar la bola, pero los Delfines fumblearían en su primer jugada a la ofensiva, en un intercambio entre Ryan Tannehill y Lamar Miller, quien parece ser que no pudo controlar el balón que Tannehill había colocado correctamente en su estómago. Los Vaqueros aprovecharían esta oportunidad y batallando un poco, anotarían en una jugada de poder por el guard izquierdo de una yarda de Phillip Tanner.
Ya en el segundo cuarto Dan Bailey, pateador de los Vaqueros, metería un gol de campo de 49 yardas para poner el marcador 10 a 0.
Los Delfines seguirían haciendo mal las cosas, pues en un pase de Matt Moore a Chad Bumphis, este último es incapaz de controlar el pase, y le rebota cayendo en las manos de Davonte Holloman, linebacker del equipo de la estrella solitaria, quien regresaría la intercepción hasta la zona de anotación.
Antes de acabarse el segundo cuarto Dan Carpenter anotaría un gol de campo de 27 yardas para poner el marcador 17 a 3 para irse al medio tiempo.
En el tercer cuarto ninguno de los equipos pudo poner puntos en el marcador, pero en el cuarto cuarto Pat Devlin encontraría en la zona de anotación a Keenan Davis, receptor novato de los Delfines, para hacer el primer touchdown de los Delfines en un pase slant de 5 yardas. Poco después Dan Carpenter metería su segundo gol de campo para los de Miami, esta vez de 45 yardas, para poner el marcador 17 a 13. El juego se empezaba a poner interesante.
Faltando poco más de dos minutos para el final de juego, los Vaqueros lo asegurarían anotando con Kendial Lawrence, crredor novato de los Vaqueros, en una corrida poder por el tackle izquierdo, en donde después se ve un excelente bloqueo por parte de los receptores que le permiten a Lawrence meterse a la zona de anotación. Aquí se cumple el dicho de que los linieros ofensivos y fullbacks bloquean para primeros y dieces, los receptores bloquean para touchdowns.
Los Delfines anotarían una vez más faltando 22 segundos para el final del juego en una jugada 100% fortuita. Matt Moore tiraría un pase a la zona de anotación, pero no lo puede controlar el receptor, y sale flotadita a la esquina, donde estaba Kyle Miller, completamente solo, y el balón le caería casi en las manos, sólo tuvo que estirarse un poquito para quedarse con un touchdown que no tiene más explicación mas que ser un regalo de Dios a éstos Delfines que no jugaron el juego que se esperaban.
El marcador quedaría 24 a 20 favor los Vaqueros.
Tony Romo no vio acción en este partido debido a la decisión de su entrenador Jason Garrett. Joe Philbin dijo salir decepcionado del juego, pues el creía que su equipo iba a jugar mejor.
Keenan Davis se vio bien atrapando pases para los Delfines. Travis Frederick, primera selección del draft para los Vaqueros, se vio excelente centrando y bloqueando, parece ser que le atinaron con él. Lo que no se vio nada bien fue el cuerpo de receptores como unidad de los Delfines. Davis se vio bien, pero se vio una falta de concentración general en los Delfines, pero principalmente en los receptores, que dejaban caer pases que deben ser completos. Otro que se vio víctima de la desconcentración fue Ryan Tannehil, que casi todos los pases que tiró los puso atrasados y en una posición muy difícil para el receptor de hacer la atrapada.
Debemos recordar que éstos partidos no cuentan y son los juegos en los que los coaches quieren probar y experimentar cosas. Todos los coaches queremos ganar siempre, pero esto no es lo más importante en estos partidos de pretemporada.
Sin más por el momento me despido. Que tengan un excelente inicio de semana.
Gracias y que Dios los bendiga.