Mis amigos, Mack Brown, head coach de los Texas Longhorns, anunció su renuncia la tarde del sábado 14 de diciembre, diciendo que su último partido será el tazón de esta temporada.
Brown coacheará su último partido como Longhorn el día 30 de diciembre, cuando se enfrenten a los Patos de Oregon en el Valero Alamo Bowl en el Alamodome en San Antonio, Texas.
Me parece un poco prematura la decisión de sacarlo de la universidad, pues se dice que él peleó por su puesto lo más que pudo, pero que las presiones internas para sacarlo eran muchas. Texas tiene a 19 jugadores titulares que regresan para el siguiente año, lo que les da una ventaja considerable para pelear un campeonato nacional.
Gran parte de los fracasos que ha tenido últimamente se deben a un mal desempeño de los quarterbacks, pues se tiene a un equipo muy completo en todas las posiciones salvo en esa. Recordemos los años de gloria no hace tanto tiempo cuando Vince Young y Colt McCoy eran los encargados de comandar las ofensivas. El resultado fueron dos partidos de campeonato nacional, uno ganado en el 2005 con Young al frente de la ofensiva y uno perdido en el 2010 contra Alabama en el que McCoy salió lastimado en la primer serie ofensiva del partido.
Mack Brown es un excelente coach y espero que le vaya muy bien en su futuro. Supo re unir a un equipo que tenía muchos problemas internos, y supo crear una red de apoyo con los coaches de preparatorias en el estado de Texas con el fin de tener a los mejores prospectos cada año, hazaña que le hizo acreedor del nombre Coach February, pues tenía una de las mejores plantillas de nuevos reclutas cada año, dándose a conocer la lista en el mes de febrero.
Le deseamos lo mejor al coach Brown en su futuro.
Sin más por el momento me despido, no sin antes desearles una excelente tarde.
Gracias y que Dios los bendiga.
