Muchos coaches deseamos tener una mejor perspectiva para poder tomar mejores decisiones. El cambiar de lado es una de las mejores opciones para lograrlo.
Coach, este artículo va a ser un poco más relajado que los demás de nuestra sección de Para Coaches, y esta fuera de tiempo, pues normalmente son los viernes cuando sacamos artículos de esta sección, pero hace poco leí un artículo que hablaba sobre el tema y decidí contar mi propia experiencia.
Coach, creo que tu tanto como yo deseamos tener una mejor perspectiva al momento de estar haciendo nuestros planes, para poder prepararnos lo mejor posible para un juego. Sé que yo deseaba mucho poder pensar como defensivo al momento de hacer mis planes de juego ofensivos, para poder prepararme mejor.
Después de ponerme a pensar un buen rato, decidí invertir una temporada cambiándome de lado, es decir, me cambié de ser coordinador ofensivo a ser asistente defensivo. Tenía algo de noción de la defensiva habiendo jugado también como free safety, pero en mi carrera como coach siempre había estado en el lado ofensivo de la bola, principalmente como coach de receptores y de quarterbacks.
Decidí que así como me sirvió mucho el haber jugado de receptor cuando fui safety, y el haber jugado de safety cuando me regresé a la ofensiva como receptor y quarterback, también me iba a hacer bien el cambiarme de lado un rato para ver cómo piensan los coaches defensivos al momento de hacer un plan de juego defensivo.
No me equivoqué.
Para prepararte bien para un juego no hay nada mejor que cambiar de perspectiva. Hay varias maneras, una es dejar la idea descansar una noche, pero creo que la que funciona mejor es la de pensar como el coach al que te vas a enfrentar.
Me di cuenta de muchísimas diferencias. Nosotros los ofensivos pensamos en ver que nos están poniendo y entonces cómo contestamos. Vemos quienes son sus linebackers débiles, que ala defensiva es más fuerte, que zonas regalan en la cobertura de pase, y a veces nos metemos en tanto detalle como qué lado es el más complicado para que un determinado corner voltee su cadera.
Los coaches defensivos no pueden pensar así. Los coaches defensivos piensan en adivinar nuestras jugadas, basándose en estadística. Son unos maestros de la estadística, pues te sacan con qué frecuencia corres tal jugada desde tal situación en tal formación, y luego van contando en su cabeza, de manera que si 8 de cada 10 veces corres la misma jugada en una situación de cierta formación, cuando la hayas corrido 7 veces van a saber exactamente qué corres las otras dos veces. Es casi como si contaran cartas en un juego poker.
Esto nos obliga a nosotros los coaches ofensivos a jugar con nuestras tendencias, y caer en un poco de football situacional con tal de esconderlas. Con esto me refiero a si ya tiramos muchos pases desde una formación forzémonos a correr la bola una o dos veces desde la misma formación, con las jugadas con las que tengamos mayor porcentaje de éxito.
La clave de un plan de juego defensivo más que saber qué te va a correr el rival es saber cuando te lo va a correr. Como ofensivos tenemos que dificultarles esto lo mayor posible.
Otra cosa que aprendí estando como coach defensivo es que siempre preferimos tener un jugador bloqueado que un jugador víctima de la opción. Si estás siendo bloqueado estás ocupando un hombre, posiblemente dos, pero si están opcionando a tu jugador, si el equipo ejecuta bien su opción tu jugador lleva todas las probabilidades en contra.
Esto hace que los sistemas de triple opción sean los más temibles para los coaches defensivos, y si los mezclas con algo de spread se les dificulta todavía más. Se me vienen a la cabeza los sistemas de los Oregon Ducks y de los Ohio State Buckeyes cuando me imagino la spread mezclándose con la opción, y precisamente estos dos equipos pelearon la final del campeonato nacional de football americano colegial en Estados Unidos (NCAA FBS).
Coach, espero que te haya servido este artículo, y te recuerdo que estamos a tus órdenes en PebMont para lo que necesites.
Sin más por el momento me despido, no sin antes desearte un excelente día y muchísima suerte en tu temporada.
Gracias y que Dios te bendiga.