Mis amigos, Lane Kiffin parece estar caminando sobre una cuerda floja, pues puede ser que esté hacia el final de su carrera como head coach de los USC Trojans.

Kiffin llegó al equipo en el 2010, después de que Pete Carroll tomó el puesto de head coach con los Halcones Marinos de Seattle. Kiffin ya había sido head coach de los Volunteers de la Universidad de Tennessee en el 2009 y de los Raiders de Oakland en el 2007 y parte del 2008, y había sido coordinador ofensivo de USC bajo Carroll en el 2005 y 2006.

Es una excelente mente ofensiva, pero su carácter es lo que ha hecho que muchos nos cuestionemos si es la opción correcta para dirigir un equipo. Definitivamente hay coaches que son mejores coordinadores que head coaches, y puede que estemos viendo a uno de estos casos en Lane Kiffin, como lo vimos antes con su padre, Monte Kiffin, quien es uno de los mejores coordinadores defensivos del mundo, pero no fue brillante como head coach.

Los Trojans tuvieron una temporada decepcionante el año pasado, cuando estaban rankeados número uno al iniciar la temporada y terminaron fuera de los mejores 25 al final, con un récord de 7 ganados por 6 perdidos, en su primer año de elegibilidad para participar en tazones después del castigo de la NCAA del que se hicieron acreedores hace 3 años.

Pat Haden, el director atlético de USC, se ha cansado de decir que el trabajo de Kiffin está asegurado, pero ya muchas veces hemos visto estos casos donde aseguran que el trabajo de un coach está seguro y una temporada más tarde otro está ocupando su puesto. Bobby Bowden se me viene a la mente en estos momentos.

Sumémosle a este desempeño decepcionante de la temporada pasada el hecho de que Kiffin todavía no nombra un quarterback titular, y parece ser que lo nombrará hasta después del primero o segundo juego. Esta incertidumbre en una posición tan importante como lo es la de quarterback no es lo mejor para un equipo, y mucho menos para un equipo que está bajo la lupa gracias al fracaso de la temporada anterior. Haden ha dicho que supone que esta situación con los quarterbacks durará poco, pero que el único que sabe cuándo tomará la decisión es Kiffin.

Kiffin definitivamente no está ayudando a su causa al tener este tipo de problemas alrededor de su equipo, y mientras todos estamos conscientes de las limitaciones de USC a la hora de reclutar jugadores debido al número restringido de becas gracias al castigo anteriormente mencionado, esto no puede ser excusa para tener un desempeño pobre como el de la temporada pasada.

Kiffin es un excelente entrenador, y no dudo que pueda con el paquete que tiene frente a él esta temporada. Esperemos que pueda resolver el problema con sus quarterbacks pronto y que el equipo tenga un excelente desempeño, pues ya extrañamos esas ofensivas temibles de USC como las había cuando él era el coordinador ofensivo.

Sin más por el momento me despido no sin antes desearles un excelente miércoles.

Gracias y que Dios los bendiga.